miércoles, 8 de abril de 2015

La Guerra No Convencional, ¿en las ciudades de Estados Unidos?


Por Máximo Ramírez Samper / 02-04-2015
Cierto revuelo ha habido en los medios de prensa alternativos de EE.UU., tras conocerse que las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) de ese país prevén realizar, entre julio y septiembre próximos, un ejercicio sobre Guerra No Convencional (GNC), entre cuyas particularidades está que no se realizará dentro de una instalación militar o en uno de los tantos polígonos de entrenamiento habilitados para estos fines, sino en escenarios reales, entre la población.


La alarma con respecto al ejercicio Jade Helm 2015 la activó el portal Infowars,¹ al que siguieron otros que han denunciado la presunta preparación de las fuerzas armadas estadounidenses, a través de ejercicios como este, para actuar contra su propia población. Se habla de preparativos para aplicar la ley marcial en determinados estados, para evitar sucesos como los de Ferguson y otras ciudades, en que el asesinato de jóvenes afroamericanos por la policía ha generado disturbios y protestas de consideración.

Sin embargo, quizás no deberían preocuparse tanto, al menos por este ejercicio, cuyo objetivo es entrenar a las tropas norteamericanas en la GNC, una vieja estrategia retomada y maquillada por los estrategas imperiales, que como hemos denunciado anteriormente,² promueve el derrocamiento o la inestabilidad de un Estado, por el mero hecho de pensar y actuar diferente a los designios del establishment .

En el ejercicio conjunto Jade Helm 2015³participarán todos los elementos del Comando de Operaciones Especiales de EE.UU., principal ejecutor de la GNC, según los manuales de guerra estadounidenses, así como agencias civiles. Así, estarán sus efectivos asignados a la Marina, la Fuerza Aérea, el Ejército y la Infantería de Marina, mientras que por el Ejército participará la 82 División Aerotransportada, la misma que invadió Granada en 1983, para derrocar al presidente legítimo de esa isla nación, Maurice Bishop, cuyos restos nunca más han sido encontrados.

La envergadura que tendrán tales maniobras, a desarrollarse en siete estados del suroeste de EE.UU., da cuenta de la importancia que este tipo de guerra cobra en la actualidad, por diferentes razones; a saber, su relativamente bajo costo, en comparación con los grandes despliegues de fuerzas y medios para invadir a un país, al estilo Irak o Afganistán; se emplean fuerzas sustitutas, ya sean mercenarios o fuerzas insurgentes del país objetivo, minimizando con ello la injerencia estadounidense en terceros países y posibilidad de tener numerosas bajas, tan difíciles de explicar a la opinión pública de EE.UU. 

Quienes sí deberían preocuparse, y prepararse para este tipo de contiendas, somos las naciones del Tercer Mundo, ya sea en África, Asia, América Latina, donde exista un gobierno con autonomía, capaz de hacer por su población y de decir “no” a EE.UU. o sus aliados.

Ya no importa si su tendencia política es el marxismo o el comunismo. Basta con que se le señale desde una oficina en Washington para que en un país se creen condiciones que den pie a protestas, manifestaciones “pacíficas”, sabotaje y guerra económica y política, entre otras de las herramientas del arsenal no convencional estadounidense. Libia, Ucrania, Siria y Venezuela pueden dar fe de lo aquí denunciado, aunque los dos últimos países han demostrado que se puede hacer frente a este tipo de contienda. 

Para resistir una campaña de GNC, la unidad de la población en torno al gobierno es vital. Manuales de guerra como la Publicación de Técnicas del Ejército 3-05.1 (ATP 3-05.1)⁴ y la Circular de Entrenamiento 18-01 (TC-18.01),⁵ sobre Guerra No Convencional, dedican amplios espacios a explicar cómo segmentar a una población, para luego volverla contra sus autoridades. Como vemos, la añeja idea de “divide y vencerás” es parte importante de esta guerra. 

Esa será, con seguridad, una de las dinámicas que se entrenen en Jade Helm , así como la infiltración de los efectivos estadounidenses entre la población objetivo, para comenzar sus “trabajos” desestabilizadores, o la identificación y preparación de líderes potenciales que apoyen la “causa” estadounidense contra el gobierno a derrocar.

La población y los medios alternativos estadounidenses harían bien en preocuparse ante la presencia de tropas norteamericanas en las calles, pero no por ejercicios de GNC, sino ante entrenamientos de guerra urbana o para enfrentar disturbios civiles, para lo cual existe todo un manual⁶ que describe cómo asesinar y reducir a “disidentes” estadounidenses, además de explicar cómo a los prisioneros se les recluiría en campamentos de internamiento para ser “reeducados” a favor de las políticas estadounidenses, según el artículo publicado por el portal Global Research , el 26 de marzo último.⁷

La presencia de las FOE en las calles de EE.UU., en dinámicas no convencionales, pudiera guardar relación con lo que han apreciado sus servicios de Inteligencia para un futuro no muy lejano, cuando las grandes ciudades cobrarán mayor importancia y el grueso de la población vivirá en ellas, lo que aumenta la posibilidad de zonas sin control gubernamental, guerrillas urbanas y demás. Pero ese será el tema de un próximo artículo.

Referencias: