Salim Lamrani
Opera Mundi
¿Qué pasaría si la oposición venezolana fuera francesa?
El caso de la diputada María Corina Machado es revelador pues la justicia de
Francia sería implacable con ella.
Desde febrero de 2014, Venezuela sufre algunas violencias orquestadas por
la extrema derecha golpista. Contrariamente a lo que presentan los medios
informativos occidentales, ésas se limitan a nueve municipios sobre los 335 que
tiene el país y la tranquilidad reina en la inmensa mayoría del territorio
nacional, particularmente en los barrios populares. Algunos estudiantes
procedentes de los barrios acomodados –lejos de manifestarse pacíficamente como
afirma la prensa occidental– participan en graves acciones criminales. Pero
están lejos de ser mayoritarios. En efecto, la mayoría de las personas
arrestadas tienen graves antecedentes criminales y varios incluso son buscados
por la Interpol.
La oposición dirige esos nuevos sectores pudientes. Aunque esas violencias
se hallan limitadas en términos geográficos, han sido mortíferas. En efecto, al
menos 37 personas perdieron la vida, algunas en condiciones particularmente
atroces: seis personas que circulaban en motocicleta fueron degolladas por
alambre tendido en las calles. Por otra parte, cinco miembros de la Guardia
Nacional Bolivariana y un fiscal de la República fueron asesinados por esos
grupúsculos y otras ocho personas que intentaban abrir un camino en las calles
y desmontar las barricadas fueron ejecutadas. Cerca de 600 personas fueron
heridas, entre ellas 150 miembros de las fuerzas del orden.
Los daños materiales son innumerables y han superado los 10.000 millones de
dólares, con la multiplicación de actos de terrorismo y de sabotaje que apuntan
a todo lo que representa la Revolución Bolivariana democrática y social :
autobuses quemados, estaciones de metro saqueadas, una universidad –la UNEFA–
completamente destrozada por las llamas, decenas de toneladas de productos
alimenticios destinados a los supermercados públicos reducidos a cenizas,
edificios públicos y sedes ministeriales saqueados, instalaciones eléctricas
saboteadas, centros médicos devastados, instituciones electorales destruidas,
etc.
María Corina Machado es una de los autores intelectuales de esos actos
criminales. Diputada de la oposición, lejos de respetar la legalidad
constitucional del país, lanzó varios llamados públicos a la violencia: “El
pueblo de Venezuela tiene una respuesta: ‘Rebeldía, rebeldía’. Hay algunos que
dicen que debemos esperar a unas elecciones en unos cuantos años.
¿Pueden
esperar los que no consiguen alimentos para sus hijos? ¿Pueden esperar los
empleados públicos, los campesinos, los comerciantes, a quienes les arrebatan
su derecho al trabajo y a la propiedad? Venezuela no puede esperar más”.
Corina Machado incluso se alió a una potencia extranjera hostil al
representar a Panamá durante una reunión de la Organización de Estados
Americanos, en flagrante violación de los artículos 149 y 191 de la
Constitución. El primero estipula que “los funcionarios públicos y funcionarias
públicas no podrán aceptar cargos, honores o recompensas de gobiernos
extranjeros sin la autorización de la Asamblea Nacional”. En cuanto al segundo,
enfatiza que “los diputados o diputadas a la Asamblea Nacional no podrán
aceptar o ejercer cargos públicos sin perder su investidura, salvo en
actividades docentes, académicas, accidentales o asistenciales, siempre que no
supongan dedicación exclusiva”.
La diputada acaba de perder la inmunidad parlamentaria y su cargo de
representante en el Parlamento. Si se niega a aceptar su nueva situación
jurídica afirmando que su mandato sólo puede ser revocado en caso de “muerte,
renuncia, revocatoria, o destitución producto de sentencia de tribunal”, la ley es no obstante muy clara: Según
el Reglamento Interior y de Debates de la Asamblea Nacional, la inmunidad
parlamentaria puede revocarse con un voto mayoritario de los diputados, lo que
fue el caso. En cuanto a
su cargo de diputada, le puso término automáticamente al violar los artículos
149 y 191, según la decisión del Tribunal Supremo de Justicia.
¿Qué pasaría si María Corina Machado fuera francesa? Caería enseguida bajo
los rigores de la ley penal. En efecto, la diputada destituida atentó contra
los intereses fundamentales de la nación, es decir contra la “forma republicana
de sus instituciones” (artículo 410-1), al llamar a una ruptura violenta del
orden constitucional.
Del mismo modo, el artículo 411-4 estipula que “el hecho de mantener
inteligencia con una potencia extranjera, con una empresa u organización
extranjera o bajo control extranjero o con sus agentes, con vistas a suscitar
hostilidades o actos de agresión contra Francia, es sancionable con treinta
años de detención criminal y 450.000 euros de multa. Se sanciona con las mismas
penas el hecho de proporcionar a una potencia extranjera, a una empresa u
organización extranjera o bajo control extranjero o a sus agentes los medios de
emprender hostilidades o realizar actos de agresión contra Francia”. De hecho,
Corina Machado se ha reunido regularmente con el Departamento de Estado de
Estados Unidos, el cual desempeña un papel clave en la desestabilización de
Venezuela.
Corina Machado también caería bajo los rigores del artículo 412-2 del
Código Penal y sería acusada de complot: “Constituye un complot la resolución
tomada entre varias personas de cometer un atentado cuando esta resolución se
concreta mediante un o varios actos materiales. El complot se castiga con diez
años de cárcel y 150.000 euros de multa. Las penas se llevan a veinte años de
detención criminal y a 300.000 euros de multa cuando una persona depositaria de
la autoridad pública comete la infracción”.
Corina Machado también habría violado los artículos 412-3 y 412-4 del
Código Penal. Esos estipulan que “constituye un movimiento insurreccional toda
violencia colectiva de naturaleza que ponga en peligro las instituciones de la
Repúblico o atentar contra la integridad del territorio nacional. Se castiga
con quince años de detención criminal y 250.000 euros de multa el hecho de
participar en un movimiento insurreccional: 1. Edificando barricadas,
trincheras o todo tipo de obras con el objetivo de impedir o poner trabas a la
acción de la fuerza pública; 2. Ocupando abiertamente o mediante ardid o
destruyendo todo edificio o instalación; 3. Asegurando el transporte, la
subsistencia o las comunicaciones de los insurrectos; 4.Provocando a
agrupamientos de insurrectos, cualquiera que fuese el medio; 5. Llevando un
arma; 6. Sustituyendo a una autoridad legal”.
Si la exparlamentaria María Corina Machado fuese francesa, se encontraría
en la cárcel y sería acusada de graves crímenes contra el Estado y las
instituciones de la República. Ocurriría lo mismo con los principales líderes
de la oposición venezolana que participaron en las violencias mortíferas desde
el mes de febrero de 2014.
Fuente: Rebelión.
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