Por: Juan Manuel Karg
El reconocido periodista y escritor venezolano Luis Britto García accede a
esta entrevista luego de escribir un reciente artículo sobre los medios de
comunicación privados y su tergiversación sobre los hechos que suceden en el
país caribeño, a dos meses de iniciadas las protestas –que Britto caracteriza
como “minoritarias”- contra el gobierno de Nicolás Maduro. Durante la charla,
observa una creciente división dentro de la propia oposición venezolana y analiza
la obra de Gene Sharp –politólogo estadounidense- en relación a su teoría sobre
los “golpes suaves”.
- A dos meses de iniciados los hechos de
desestabilización en Venezuela, ¿Cuál es su evaluación del momento actual que
vive el país? ¿Cómo cree que han influído las convocatorias al diálogo que
impulsó tanto Maduro como los cancilleres de Unasur, quienes se encuentran en
Caracas por segunda vez en las últimas tres semanas?
- La ola de violencias se ha desinflado. Es oportuno aclarar, para el
público internacional, que en la mayoría de los casos no se trató de
manifestaciones, sino de cortes viales que sólo ocurrieron en unos pocos
municipios con alcaldes y policías opositoras, que protegían a los violentos en
su operación de secuestrar a los vecinos. Dirigiendo o apoyando estas
operaciones se ha detenido a narcotraficantes buscados por Interpol y a
paramilitares. Venezuela tiene 335 municipios; los atentados ocurrieron al
principio sólo en 19, luego se redujeron a 3, y hoy en día hay a veces cortes
viales esporádicos, siempre protegidos por las policías opositoras locales.
- ¿Cuál cree que es el papel que los medios masivos
privados venezolanos, aún mayoritarios, tienen en este momento de inestabilidad
política que vive el país? ¿Qué papel cree que cumplen, asimismo, los medios
masivos internacionales en la construcción de una imagen distorsionada de
Venezuela?
- Los sucesos de Venezuela han dado lugar para una antología de violaciones
de la ética y de la veracidad informativas por parte de los medios, que en
efecto en nuestro país son mayoritariamente privados y mayoritariamente
opositores, como los anunciantes que los mantienen. Los medios nacionales e
internacionales han hecho circular imágenes de represión ocurridas en Egipto,
Grecia, Libia, Siria, España y otros países, afirmando falsamente que ocurrían
en nuestro país. Han falsificado movilizaciones de un sector muy
minoritario dentro de la misma oposición, presentándolas como
representación de “los estudiantes”, de “la juventud” o “del país”. Creo indispensable
insistir en que en Venezuela la juventud representa más del 60% de la
población; que uno de cada tres venezolanos estudia, uno de cada diez en
instituciones de educación superior, casi todas gratuitas. Si un sector de tal
magnitud estuviera contra el bolivarianismo, éste jamás hubiera ganado
elecciones, ni se podría mantener en el poder.
Los medios también han representado las protestas como “pacíficas”, cuando
en ellas más de la mitad de los heridos corresponden a la fuerza pública. Los
medios privados también disimulan u omiten que los procedimientos de los
terroristas comprenden el asesinato selectivo con armas con mirilla láser,
la destrucción sistemática de más de un centenar de unidades del
transporte público y de estaciones del Metro, la quema de centrales eléctricas
y de 15 universidades y de un preescolar con casi un centenar de niños adentro,
los cuales por cierto fueron rescatados de milagro.
- Se han construido varias suposiciones de “sentido
común” sobre la realidad venezolana, a partir de la visión simplista de algunos
multimedios comunicacionales: que estaríamos frente a un gobierno “tiránico” –a
pesar de que el oficialismo haya ganado 18 de 19 elecciones-, que supuestamente
este gobierno censura a los medios –a pesar de tener a gran parte de los medios
masivos privados en su contra-, etc. ¿Qué observaciones tiene usted para hacer
sobre estos temas?
- Los medios acompañan sus tergiversaciones con afirmaciones de que el
gobierno sería una “dictadura”, que ninguna dictadura permitiría divulgar, y de
protestas contras “la censura”, que ningún censor dejaría pasar. Sobre la
legitimidad del gobierno venezolano hay que repetir hechos muy conocidos: el ex
presidente estadounidense Jimmy Carter declaró que el nuestro era el sistema
electoral más perfecto o uno de los más perfectos del mundo.
A cada elección asisten centenares de observadores internacionales, que
jamás han encontrado un defecto significativo. Como cosa de rutina, concluida
la elección se hace una revisión sobre la mitad de los centros de votación, y a
pedido de la oposición se han realizado revisiones totales, sin mostrar nunca
errores ni fraudes. Pero para la oposición sólo son legítimas las elecciones
que ellos ganan, y según ellos el perder elecciones les da derecho a gobernar.
- A raíz de los hechos en Venezuela, se ha vuelto a
escribir y a estudiar sobre la obra de Gene Sharp, sobre todo en relación a su
“manual” de cinco pasos para generar un “golpe suave”. ¿Cree que hay relación
entre la obra de Sharp y los hechos que se están dando en su país? ¿Opina que
la modalidad de “golpe suave” se ha extendido en nuestro continente luego de lo
sucedido en Honduras (2009) y Paraguay (2012)?
- Pues sí, se han cumplido paso por paso las recomendaciones de Gene Sharp,
hasta un extremo cómico: la copia de signos y emblemas de las “revoluciones de
colores”, las consignas en inglés, la escenificación de disturbios focalizados
que los medios presentan como conmoción nacional. En forma más trágica, ha
habido casos de manifestantes asesinados con tiros por la espalda desde sus
propias filas, para presentar víctimas. También hay ciudadanos asesinados por
el simple hecho de tratar de remover unos obstáculos, y motociclistas
degollados con trampas de alambre.
Habría que dejar de llamar “golpe suave” a estas inmolaciones premeditadas
de ciudadanos para crear el pretexto de un genocidio en la forma de golpe
militar o intervención extranjera. Por cierto que ninguna de estas dos metas
finales del método de Sharp se han materializado hasta el presente en
Venezuela. La oposición hizo de nuevo cálculos equivocados sobre la lealtad del
ejército y sobre las disposiciones de potencias extranjeras de colocarla en el
poder por la intervención militar.
- La oposición conservadora venezolana parece estar
dividida entre dos tendencias: una que quiere seguir en las calles a toda
costa, buscando “la salida”, y que se reconoce en las figuras de López y
Machado; y otra que, sin perder de vista una crítica fuerte al gobierno de
Maduro, intenta deslindarse de los hechos de violencia en las calles, más
ligada al “caprilismo”. ¿Por qué cree que esto es así? ¿Cuál es su evaluación
sobre una “división” en la oposición conservadora venezolana?
-Los sucesos violentos evidenciaron más que nunca una división de la
oposición venezolana, cuya sustancia es una riña de celos por el liderazgo
entre Capriles y López. En el acto en el cual éste se entregó, todas las
camisetas eran blancas, color del minoritario partido Voluntad Popular, que ni
siquiera presentó candidato propio para las primarias de la oposición. En ese
acto no había ni una camiseta amarilla de Primero Justicia, de Capriles. Por su
parte Capriles, al ser derrotado en las elecciones presidenciales de 2013 llamó
a sus partidarios a salir a la calle, a “drenar su arrechera”: en las horas
inmediatas asesinaron a una docena de bolivarianos, lesionaron a unos ochenta,
y destruyeron centros médicos y emisoras comunitarias. Todo con premeditación,
alevosía y ventaja: no hubo ni un herido entre las escuadras terroristas.
Tras esta hazaña, a principio de año Capriles contradijo a López diciendo
que con el calentamiento de calle no se llegaba al poder, y luego ha mantenido
una actitud ambigua. Es un hecho: las guarimbas se desinflaron; sólo muy de
cuando en cuando recurre un episodio violento aislado, siempre bajo la
protección de policías y autoridades locales opositoras. A veces esto llega a
lo cómico. Hace unos días hubo un corte de vía en el sector donde vivo: las
autoridades instalaron sanitarios portátiles para comodidad de los encapuchados
protestatarios. Lo cual desmiente que los vecinos los apoyen o fraternicen con
ellos.
Una encuesta de Hinterlaces reveló que 87% de los consultados rechaza los
cortes viales o “guarimbas”; prácticamente toda la oposición ha acudido a la
Mesa de Diálogo por la Paz que convocó Maduro. Entre ellos, empresarios del
gremio patronal Fedecámaras, que quieren aprovechar el río revuelto para
imponer su programa. Otros opositores han tildado de vendidos a quienes
concurrieron al diálogo. La oposición está declaradamente dividida, pero yo
creo que en relación a la táctica coyuntural y a los nombres de los líderes: en
uno u otro momento, todos ellos recurren sin escrúpulos al golpismo, el
terrorismo y la violencia. En el presente caso, además, hubo pronunciamientos
secesionistas en los estados fronterizos, y una evidente participación de
narcotraficantes y paramilitares en las acciones violentas. Ello reabre una
inquietante perspectiva para la política venezolana.
Fuente: Aporrea.
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